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La previa actuación imprudente se admite unánimemente como injerencia, pero es doctrinalmente discutida su admisión en la previa actuación fortuita, o sea, ni siquiera imprudente (sin embargo, el
art. 195.3 del CP español la admite). Sobre sus efectos hay división. Para un sector, por la injerencia se genera una posición de garante por la cual la posterior omisión de salvamento es siempre comisión por omisión del delito doloso de resultado lesivo; pero otro sector sostiene, además con apoyo legal, que por la injerencia precedente ciertamente se genera una posición de garante, pero esta puede dar lugar a comisión por omisión o solo a una omisión propia agravada en concurso real en su caso con un previo delito imprudente de resultado.